La pérdida de ingresos lleva a los hogares a buscar alternativas más baratas. Riesgo de pérdida de cobertura y presión en la red estatal.
En medio de un escenario de mayor tensión sobre la salud pública, por la pandemia pero también por la pérdida de la cobertura de salud de obras sociales y prepagas, quienes mantienen un servicio privado analizan alternativas más baratas por la caída de ingresos. Entre los usuarios de medicina prepaga, un 82,2% ya adelantó que está buscando alternativas de cobertura más baratas o que lo haría si se mantiene la crisis. Los datos se desprenden de una encuesta que hizo el sitio Mi Obra Social sobre casi 600 abonados a planes de salud privados. Según los datos de la Superintendencia de Servicios de Salud, hay más de 7 millones y medio de afiliados a las distintas medicinas prepagas. A la salida de abonados se suma la pérdida de cobertura formal por la caída de puestos de trabajo en blanco, lo que también genera una baja de recursos para las prepagas. Esto implicará mayores prestaciones para el sistema público. El sitio especializado estimó que más de 170.000 afiliados a obras sociales y prepagas pasarían a la salud pública tras quedar desempleados en la cuarentena. El 58% de los afiliados a prepagas desea evitar ese pase, mientras que solo el 19% de los de obras sociales lo rechaza.
El costo de los planes y la necesidad de bajar gastos en el hogar es la razón que esgrime el 54,3% de los encuestados. Otro 33,7% buscará una opción más económica porque no le da uso a la cobertura. “Históricamente el factor costo ha sido determinante para una persona a la hora de mantener o no su plan de salud. En 2020 la retracción económica derivada del aislamiento preventivo por el coronavirus impactó con más fuerza de la que habían tenido los aumentos de tarifas en años anteriores”, comenta Mariana Di Franco, Gerente Comercial de MiObraSocial. Del otro lado, las prepagas acusan retrasos de pago de los afiliados y las clínicas advierten por pérdidas de ingresos vinculados a las prestaciones que no pueden darse por el Covid-19. La pandemia generó una suba de costos para todo el sistema de salud, público y privado.
Según el último informe de costos de la Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados (Adecra) y la Cámara de Entidades de Diagnóstico y Tratamiento Ambulatorio (Cedim), a pesar de que en los últimos dos meses los precios de los insumos para atención de coronavirus se estabilizaron o cayeron -excepto alcohol en gel- las variaciones negativas no se comparan con los aumentos que se registraron desde el inicio de la pandemia. “Dado que se avizora que la demanda de insumos denominados Covid-19 siga en aumento, se esperan medidas que continúen atenuando los precios de estos insumos esenciales para la atención médica, hasta llegar a valores acordes a la realidad económica que atravesamos”, según remarcó Adecra. Riesgo. En base a los datos de destrucción de empleo del Ministerio de Trabajo entre enero y abril, los analistas de Mi Obra Social indicaron que el 55% de los nuevos desempleados no podrían pagar de su bolsillo un plan de salud o bien no optarán por alguna alternativa como podría ser el aporte de monotributo. Así, de las 171 mil personas que pasarán a depender de la salud pública, un 94% accedía a una obra social con los aportes de su antiguo empleo, mientras un 6% pagaba una diferencia para contar con los servicios de una prepaga. PV / DS